Retazos

La palabra retazo me remite a cachos, pedazos, trozos, partes. Así llamé a este espacio porque pensé que habría un poco de todo.

Rompo los huevos, que son duros o batidos; a veces me da por separar las claras de las yemas, otras espolvoreo más o menos azúcar, dependiendo del color de mis recuerdos y mis días; también puedo añadir un chorrito de vainilla, echar harina, y hasta decorar con fresas, cerezas, plátano o mango.

El pastel con los ingredientes integrados no está en el horno. Puede ser que haga falta salir de mí para tomar el lugar de una sanguijuela y chuparles la sangre a los protagonistas de Prima, modorra, modorrilla y alba, para que Sam nos diga si logró olvidarse de Chupirul, para que Afrah Bathich nos cuente si en su lencería predomina el gosipino o para seguirles la pista a Almendrita y Chucha, dos chavas millennial con gustos diversos y extremos.

sanguijuela

Está por verse. Mientras tanto, no abandono este proyecto.

Hasta noviembre.

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