Oscar 87

Se acercan la faramalla y el glamour de la ceremonia de entrega de los premios Oscar.

Que El Indio Fernández posó desnudo para crear la estatuilla...
Que El Indio Fernández posó desnudo para que crearan la estatuilla…

Me tienen sin cuidado la alfombra roja, los giros de las actrices para mostrar sus mejores —o peores— atuendos y atributos, los relumbrones de los flashes, las risas y gestos exagerados, las dentaduras perfectas y las bondades de la cirugía plástica, que de un año a otro convierte a los histriones en remedos de sí mismos.

Aclaro que mi aproximación al cine es amateur, veo una película con lo que tengo, cuerpo y alma, así que involucro vísceras, sensibilidad e inteligencia. Este año se parece a la mayoría, me aviento la fiesta cinéfila mal pertrechada y espero el veredicto de la Academia en las categorías sonadas: Actor (principal y secundario), Actriz (ídem), Director, Guión y Película (extranjera y de habla inglesa).

De las cintas que están nominadas solamente vi La teoría del todo, Relatos salvajes, Whiplash y pretendo echarle ojo a Birdman, que acumula nueve nominaciones y que «se perfila para ser la ganadora».

Recorro los cuatro largometrajes, previa confesión de que en todos me convertí en una mujer que llora (mulier clamens). Mi llanto y vibración interna son una reacción a emociones como tristeza, dolor, compasión, entusiasmo y alegría.

Sobre el primero, disfruté de la actuación de Eddie Redmayne, quien hace el papel de Stephen Hawking; el segundo retrata, con humor negro, parte de nuestra naturaleza humana, la que nos inclina a ser unas bestias peludas. Respecto al tercero, hartas lágrimas de cocodrilo, no por devorar a mi presa, sino por sentirme el mismísimo baterista en la lucha hacia la perfección. La interpretación del maestro de música, J.K. Simmons —nominado para mejor actor de reparto— me dejó boquiabierta. El cuarto, por verse.

Así de saladas
Así de saladas

En cuanto a las mujeres, nada más podría opinar sobre la actuación de Felicity Jones, quien interpreta a la esposa de Hawking —Jane Wilde— en La teoría del todo. Jane compartió 25 años de su vida con el cosmólogo, suficiente como para escribir Hacia el infinito. Mi vida con Stephen Hawking.

Paupérrimo conocimiento de la actuación femenina, aunque si por mí fuera la señora Meryl Streep tendría en su haber 19 premios, asunto que no convendría a nadie.

Les comparto mis preferencias (sin juicios, señores, acepto mi supina ignorancia):

Julianne Moore, Eddy Redmayne, J.K. Simmons y… Streep.

¿González Iñárritu?

Pásenlo bien.

4 comentarios en “Oscar 87

  1. El cocodrilo está lo máximo porque además en serio no hay película que no te provoqué lágrimas por montón. Sin embargo, a mí me encanta la alfombra roja y ver los vestidos y trajes, por algo estudié asesoría de imagen! 😉

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